En el pasado mes de octubre de 2019, la Secretaría de Turismo Federal (SECTUR) dio a conocer el proyecto Grand Island Cancún, el proyecto turístico más grande en 30 años, con una gran inversión pero también con grandes aspectos a solucionar antes de su realización.
La inversión para este proyecto asciende a 1,000 millones de dólares, con financiamiento del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y dos bancos extranjeros, lo cual representa el interés de invertir en el país.
Entre los beneficios que se mencionan al realizar esta obra son la creación de 20,000 empleos directos e indirectos, así como la construcción del Centro de Convenciones que sería el más grande de Cancún con un espacio de 10,000 metros cuadrados.
¿Pero qué aspectos causan incertidumbre?
Este megaproyecto será evaluado por las autoridades municipales y estatales a fin de que cumpla la Ley Estatal de Asentamientos Humanos, ya que uno de los riesgos es que podría colapsar el sistema de transporte en la zona hotelera de Cancún, por lo que es crucial la implementación de acciones que desincentiven el uso de vehículos por parte, principalmente, de los trabajadores.
Carlos Díaz Carvajal, titular del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), señaló que el gobierno municipal y Fonatur, han trabajado en desincentivar el uso de transporte particular y mejorar el servicio de transporte público para que los trabajadores de los hoteles no tengan que moverse en sus vehículos, lo cual ayudaría a descargar el tráfico en horas pico.
Lo idóneo sería que también los empresarios promovieran esta misma cultura en sus empleados, proporcionando un sistema de transporte funcional que incentive a los directivos a no utilizar sus propios automóviles.
Por otro lado, durante el 2020, Fonatur hará una importante inversión que conlleva al ordenamiento del transporte porque se limitará el número de unidades que ingresarán a la zona hotelera.
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